jueves, 8 de agosto de 2013

No se si cuenta como Lunes del Cerro (Oaxaca)

"Tápame con tu rebozo llorona porque me muero de frió...yo soy como el chile verde, llorona, picante pero sabroso...si por ti ya he dado la vida, llorona, ¿que mas quieres? ¿quieres mas?"
Llorona, Son del Istmo de Tehuantepec.

Hace unas semanas se celebro lo que se llama: "La máxima fiesta de los oaxaqueños" los dos Lunes del Cerro, La Guelaguetza. Es la fiesta en la cual Oaxaca muestra orgullosa el folklore y riqueza cultural de los pueblos originarios indígenas. Desde mi perspectiva, la fiesta dela Guelaguetza ha perdido por completo su identidad y razón de ser, y se ha convertido en una atracción de un parque de diversiones, y a continuación desarrollo mis argumentos:

La característica de los Lunes del Cerro, a lo largo de los siglos que se ha desarrollado la costumbre y tradición, es que es una fiesta de la gente para la gente; emanada del sincretismo surgido de la colonización española en el siglo XVI y las costumbres de los pueblos originarios, La Guelaguetza comenzó como una de las festividades en la iglesia del Carmen Alto, lugar ubicado al pie del Cerro del Fortín, ( En el Cerro del Fortín es donde actualmente se hace la presentación de los lunes del cerro) desde entonces la gente se ha reunido en la verbena popular, lo pintoresco de la festividad, que forma parte de el todo, antaño consistía en ir a asolearse al auditorio Guelaguetza, sufrir las inclemencias del tiempo, la lluvia, el olor a fritangas, a dulces regionales, a aguas frescas, los vendedores locales,el gentío, todo eso formaba parte de la tradición. Elementos propios de la cultura popular.

Oaxaca siempre se ha caracterizado por ser un estado que vive del turismo, y por ello los gobiernos del Estado, y municipales año con año incrementan su participación en las festividades de la Guelaguetza, pero el punto de inflexión sucedió durante el conflicto social del año 2006, cuando la sección XXII y la Asamblea Popular de los Pueblos deOaxaca (APPO) mantuvo protestas permanentes en toda la ciudad de Oaxaca, ese año la Guelaguetza no tuvo lugar en el Auditorio Guelaguetza, las organizaciones como la APPO, montaron una representación que llamaron "Guelaguetza Popular", y a partir de ese año hay dos representaciones de la Guelaguetza.

La que organiza el Gobierno del Estado en el Cerro del Fortín, llamada "Guelaguetza Comercial", y la que organizan asociaciones vinculadas con manifestaciones y protesta social (Seccion XXII, APPO, etc) llamada "Guelaguetza Popular"... Ese es a grandes rasgos el panorama de la "Maxima fiesta de los Oaxaqueños", pero hay una serie de atenuantes que ambas han olvidado.

La primera es el terrible desarraigo que ha generado el cisma,  que de manera coloquial, le han arrancado al pueblo de Oaxaca el control de una de sus tradiciones mas arraigadas, esto debido a la notoria preferencia que las autoridades dan a los visitantes distinguidos y extranjeros, a partir de 2006, hay venta de boletos para las secciones A y B del auditorio,  los precios oscilan entre los 750 y 1500 pesos, un precio nada accesible al ciudadano oaxaqueño promedio, esto beneficia a sectores de clase media alta, hacia arriba, y a los visitantes extranjeros, y esta no es una posición de xenofobia, lo que me parece injustificable, es la prioridad que tienen sobre los mismos ciudadanos, de ser los principales actores de la tradición, el pueblo a pasado a segundo plano. Es desdeñable, ver como la gente debe formarse por su asiento desde la mañana (como las abuelas decían: ve desde temprano si quieres un buen lugar"), pero por el poder económico unos cuantos llegan sin esfuerzo a los lugares preferenciales.

Ejemplos de esta alienación de la costumbre, varios, solo en las festividades de este año, muchos oaxaqueños manifestaron su inconformidad cuando los elementos que custodiaban la entrada de la "Feria del Mezcal" restringían el paso después de las 9 de la noche, a excepción de que fueran personas extranjeras, aplicando una selección basada en el fenotipo del individuo, eso es racismo... con todas sus letras, y lo mas triste entre personas de nuestra misma identidad. (supuestamente).

En el auditorio Guelaguetza el ultimo Lunes del Cerro diferentes medios locales, captaron al actor (sic) Roberto Palazuelos invitado del gobernador Gabino Cue, en estado de ebriedad, lo cual a mi juicio representa una falta de respeto a Oaxaca y quienes lo invitaron. ¿Como es posible que haya preferencias? la separación de secciones me parece una total falta de sensibilidad, y racismo disfrazado por parte de los organizadores, quienes evidentemente se han adueñado de la tradición.

Por el otro frente, el de la Guelaguetza Popular, en su necesidad de distanciarse del oficialismo, también han desarraigado la costumbre del ideario colectivo, identificados por parte de las autoridades y medios de comunicación como "radicales", tampoco cuentan con la simpatía de ciertos sectores populares, quienes por su falta de información veraz, les tiene desconfianza.

Y por ultimo tenemos el desarraigo de la propia sociedad, que con los años ve la Guelaguetza como una muestra de cultura, pero ni siquiera de cultura propia, sino como muestra de los pueblos indígenas originarios, que alguna vez habitaron aquí, como exponía Guillermo Bonfil Batalla en su libro: "México Profundo" le hacemos culto al indio muerto, aquellos que estuvieron aquí pero no sentimos que somos nosotros.

El indio desindianizado, lo llamaba Bonfil Batalla, y esa es una realidad que pocos observan, los oaxaqueños que muchos se sienten orgullosos de la Guelaguetza, pero solo esta parte del año, aquellos que aun siguen pensando en "lo indígena" como algo despectivo... por esta falta de identidad es que se permite que las costumbres y tradiciones sean arrancadas del colectivo, y prostituidas como diversión, porque eso es lo que creo ocurre con nuestras tradiciones, en la ineptitud de aquellos encargados de hacer política económica y social, incapaces de generar fuentes de trabajo dignas, y actividades que generen autosuficiencia en el estado, recurren a la panacea del turismo, como fuente de ingreso, y que es el turismo en un lugar donde no hay otra fuente de trabajo capaz de dar sustento a la población sino una forma escondida de prostitución. Me imagino los encargados de hacer política económica han de pensar: "Bah ¿para que ser productivos cuando existe la prostitución disfrazada de actividad turística".

No digo de manera categórica que el turismo sea desdeñable y una plaga para nuestras sociedad, pero no considero que sea un sustituto de la productividad y la autosuficiencia, ni tampoco es una actitud xenofoba,  es evitar el servilismo que simplemente hace nuestra sociedad menos equitativa.
Ahora Oaxaca vive dos Guelaguetzas, a mi juicio ninguna esta completa, ¿que es lo que hace ser a la Guelaguetza? ¿El cerro del Fortín? ¿Las delegaciones de las 8 regiones? ¿La gente de la ciudad de Oaxaca? ¿Los visitantes extranjeros y nacionales y dejan su derrama económica? En mi modesta opinión debería ser ser la síntesis de todos estos elemento, de manera no artificial, que vuelva a ser una fiesta de nosotros celebrando nuestra ser indígena de manera orgullosa pero critica, y compartir con el viajero lo que somos, y nuestras tradiciones, sin que ellos sean el principal destinatario.

Supongo idealizo demasiado... pero en lo cercano... sigo viendo representaciones de la Guelaguetza... ya no más Guelaguetza, sin sustantivos ni adjetivos.